Necesito detenerme sin dejar de caminar.
Yo, como muchos, sufrí la huella de la educación capitalista
y a veces caigo en el error de olvidar la emoción.
Newton. Decía ke la poesía es una gran tontería,
vanalidades ingeniosas. Y ahora, mientras camino
y hago un esfuerzo para recordar lo ke pienso
deteniéndome en cada verso... sinceramente,
si hay emoción o no, si cuadra ingeniosamente el ritmo,
si las palabras ke empleo pueden provocar pasión,
si alcanzo en mi caligrafía un más allá
cada vez más lejano. De repente carece de importancia.
En las escuelas se decretó siempre a base de mercado.
Esas escuelas, como árboles podados sin misericordia.
Siempre nos podaron la creatividad. Siempre
nos jodieron en la libertad para ser
esclavos del mercado.
Mis piernas se aferran al suelo,
la gravedad no me afecta. La ingravidez me sujeta.
Si todo anda unido ( ni el cerebro es compacto,
un hilo ata y sostiene sus dos mitades ),
creando simetrías y lateralidades
ke se pueblan de pura vida,
si la herida y el oxígeno se vinculan
generando amargura o dicha,
conmoción, sorpresa, asombro, pasión.
Todo esto ya no tiene importancia.
Tiene cuerpo de constatación.
Y no hay como dejar pasar el tiempo
para acabar un vago pensamiento
ke nos llevó un día a las cuevas del gran océano.
O pretender su forma forjada en versos,
con cierta rima, con ritmo interno.
Todo es intenso, y contenido dentro.
Ese es el verso ?